lunes, 7 de marzo de 2011

A ti, Miakoda, de "Tiempos de Miakoda," 2011


A ti, Miakoda
En aquel sueño que soñaba,
Ése, el de la luna encendida
Donde por ti mi vida daría
Y en donde de poderte hallar
Te crearía.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

viernes, 4 de marzo de 2011

El desafió digno, Diario de un Sennin


El desafío digno:

Ahora flama, antes cenizas,
Repisas acecho ante un gran vacío.
Saltos a la nada, al todo,
¿Al qué? ¡Al digno desafío!

¿Maligno?
No. ¿A por qué vas?
Voy…
A por el desafío digno.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

El alba del Sennin, Diario de un Sennin 2010

 El alba del Sennin

¡Así es el alba del sennin!
Muchas cosas que analizar,
Que descubrir,
Que programar:
Nuevos horizontes,
Nuevos animales de poder,
Nuevos elementos que absorber,
Energías que asimilar.
Esa es la magia del Sennin
Es ciencia y no azar
¡Así es el alba del Sennin!
¡Así su día comienza a despegar!

 Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


“El Gran Entendimiento del Sennin”, 2010

“El Gran Entendimiento del Sennin”

No tengo futuro ni pasado, hago de mi Visión mi futuro y mi pasado.
No tengo tiempo, hago del inexorable momento mí tiempo.
No tengo estrategia, hago del Tao de mi enemigo mi estrategia.
No tengo enemigos: la ignorancia, la apatía y la soberbia son mis enemigos.
No tengo cuerpo, hago de las Cinco Esferas mi cuerpo.
No tengo espíritu, hago de mi cuerpo y de mi mente en acción mi espíritu.
No tengo mente, hago del agua y de la luna mi mente.
No tengo ser; hago del Tao de MAMBA y de mi disciplina mi ser.
No tengo religión; hago de mi compasión mi religión.
No tengo victoria, hago de la abnegación total mi victoria.
No tengo derrota, hago de mi gran ocaso mi derrota.
No tengo guerra, hago de la condición existencial mi guerra.
No tengo paz, hago de la Misión la paz.
No tengo inspiración, hago de la perseverancia mi inspiración.
No tengo ilusiones, hago de mi Iluminación mi ilusión.
No tengo intención, hago de mi deber mi intención.
No tengo principio: de la nada vengo y a la nada voy; la nada es mi esencia y mi destino;
No tengo fin: del Tao vengo y al Tao voy; el Tao es mi esencia y mi destino.

El ojo que se ve;
El filo que se corta:
No preciso escudo.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

Es ahí, Sennin, Diario de un Sennin, 8 de diciembre, 2010


Es ahí, Sennin

Es ahí, Sennin,
En tu brillar sin medida,
En la beneplácita despedida
A cualquier inhibición que te detenga;
De ser tú mismo.
Venga lo que venga.
Tu potencial, o Sennin, es tu mismo destino
En los principios que son tus fines,
¡Ahí! ¡Y sólo ahí! Yace tu camino…

 Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


El Gran Agradecimiento, De la Bitácora de Shodai, Octubre 3, 2010

El Gran Agradecimiento:

A nadie en particular, a la benigna indiferencia del Cosmos, a los amigos y familiares que me apoyaron en mis momentos de necesidad, a los ancestros que sobrevivieron las innumerables durezas para que yo tuviera ocasión de ser,

Agradezco a la oportunidad y al Gran Entendimiento que me llevaron a crear mi Misión, y a la fuerza, la circunstancia y la convicción que me permitieron desempeñarla.

Agradezco al Gran Entendimiento por haberme guiado por el sendero recto y estrecho a través de todos los muchos obstáculos en mi camino, y por haberme mantenido resoluto cuando todo a mí alrededor parecía perdido.

Agradezco al Gran Entendimiento por la protección interior que me otorgó y por la clarividencia que me ofreció para ver los muchos signos aún en la oscuridad del camino.

Agradezco al Gran Entendimiento por cualquier bien que haya hecho y pido perdón a todo aquel ser que le haya lastimado – no fue mi intención. Doy gracias al Azar de la Decisión, y al Azar de la Ocasión, por las amistades que tuve; espero que su encuentro conmigo haya sido de aún mayor beneficio para ellos que lo fue para mí.

Agradezco al Tiempo que se acaba por el descanso que he logrado, estoy repleto de satisfacción y vacío de mayor intención; y me desintegro al Gran Vacío sabiendo que cumplí con la Misión que me otorgué en la vida. Luché la buena lucha, acabé la larga carrera, cumplí hasta morir.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

Me huele a poesía, Diario de un Sennin, 2011

Me huele a poesía:

Es un día de fuerza,
De brío, de poder, de desafío,
De grandeza, de dignidades,
De bondades por dispensar…
De altivez, de perdón, de amor,
De promesas, de entrega,

Es un día de recuerdos,
De dolores ancestrales
De umbrales rebasados
De ausencias penosas
De gloriosas batallas por librar
De pueblos dementes por liberar

Es un día…
Del yugo cargado
De la marca indeleble del vil latigazo
Del regazo de una mujer tierna y apasionada
Del recuerdo
Del olvido
De la lágrima que acude al ojo
Por aquel sentimiento tan mundano
Y del endurecimiento sobrehumano
Que lo destierra.

Es un buen día para morir
Pero mejor todavía para vivir
De la disciplina del acero
Del espíritu de diamante
De la flamante voluntad
Que sigue, sana o herida
Hacia la misión cumplida.

Es un día del pecho jadeante
De la pasión que irrumpe en la escena
Con el arrojo de una gran tempestad
Es un día de amistad,
De potencial y de ocaso
De avance y retraso en la marea
De la adversidad superada.

Es un día,
De la noche del jaguar
Del impar carcayú
Del tigre al acecho
Del “dicho y hecho” de este Hombre salvaje
Que ganó de su propia sangre,
Sudor y lágrimas – un mar…
¡Su libertad!

Es un día del aullido del lobo,
Del eco de su llamada
De la misión dada y de la orden acatada
Del vuelo del águila
Y de la orca en sus aguas.

Y que yo supiera,
Es un día,
Un día…
Como otro cualquiera. 

 Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

“En el sendero abierto”, de Tiempos de Miakoda, 2011

“En el sendero abierto”

En el sendero abierto,
Limpio de huellas
Esperando a aquellas de esos dos
Que juntos quisieran caminar.

En el cielo abierto,
Despejado de nubes,
Abierto sólo para aquellos dos
Que se disponen a volar.

En el futuro abierto
Lleno de sueños
Dispuesto sólo para aquellos
Que se atreven juntos a imaginar.

“¿Cuánto tiempo hace falta para todo aquello?”
Me preguntó ella.

“Depende,” le respondí:
“Dos minutos para hechizarte,
Dos para encantarte
Uno para conquistarte
Y, si los dioses así disponen,
Una vida para amarte.”

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

A ti, por necia, de “Tiempos de Miakoda,” 2011

A ti, por necia:

¿Qué te dije que te haya molestado?
Poco importa, pero para que sepas algo
A todos os llevo por un camino
A ti, a mis otros alumnos,
Tanto aquí como lejos;
A todos mis lectores
A la gente que oye de mí y que aún no me conoce
A todos los que me leerán
Mucho después de que yo haya muerto
Todos entran
Con o sin su voluntad
Al laberinto de mi creación
Al de su libertad
Y allí,
En los pasillos de mi designio
Pierden sus apegos y cadenas
Y se encuentran, a duras penas
Consigo mismos
¿Que me ibas a decir?
¿Algo que yo ya no sepa?
¿Me hablarías de tu ira?
¿O de mi destreza
Como el maestro
Arquitecto de este sendero
Con el que tú tropezaste
Y al que
Quieras o no, irrevocablemente
Te vinculaste?

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


La MISIÓN del Maestro de MAMBA-RYU, circa 2008

La MISIÓN del Maestro de MAMBA-RYU

“Vengo a estar
Para que aprendan a estar
Por lo que ha de estar
Aun cuando
Ya no puedan más estar.

Vengo a alzar
Para que aprendan a alzar
Lo que se ha de alzar
Aun cuando
Ya no se puedan más alzar.

Vengo a persistir
Para que aprendan a persistir
Por lo que ha de persistir
Aun cuando
Ya no puedan más persistir.

Vengo a permanecer
Para que aprendan a permanecer
Por lo que ha de permanecer
Aun cuando
Ya no puedan más permanecer.

Vengo a ser
Para que aprendan a ser
Lo que tienen que ser
Aun cuando
Ya no puedan más ser.”

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

De lodo manchado, circa 2004

De lodo manchado

Cuando me encontraste
Yo estaba preso,
Encadenado en un túnel oscuro
Lleno de sombras,
De miseria ruin
De oscuridad
Y de lodo manchado.

El rayo de tu sol
Me dio esperanzas y fuerzas
Encontré en mí ese hombre
Casi olvidado.
Rompiendo cadenas,
Inspirado por tu amor,
Desgarrando carne misma
Salí a tu luz.

Después de mi Odisea,
De pronto hallaste en mí
Una muestra de mi pasado.
Traicionada,
Ya no ves al hombre que amaste
Y que aún te ama,
Sino a un hombre lleno de sombras
De miseria ruin,
De oscuridad
Y de lodo manchado.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


“¡Reina mía!” - circa 2004

“¡Reina mía!”

En una sola mirada
Te contaría de las desilusiones de una vida
De las esperanzas de un hombre,
De la fuerza que yace, no invencible,
Pero de un espíritu que renace con el sol de cada mañana
Y con el resplandor de tu fotografía.

En un solo abrazo
Te hablaría de piratas y de princesas,
De héroes y de bandidos,
De amores insólitos consumados bajo las estrellas,
Y de la valentía de dos personas
Que se lanzan a alcanzar lo imposible: el amor
Y a gozar de su fruto, de luna a sol, cada día.

En un solo beso
Te expresaría del hambre insaciable que consume
A este hombre, veterano de batallas
Cubierto de sangrientas heridas,
Repleto de fracasos, rechazos y melancolías
Que siempre ha luchado sin cuartel
Pero que al ardor de tu pasión
Fácilmente se entregaría.

En una sola caricia
Te comunicaría del alma de un rey guerrero-pensador
Que sabe de ardor y de poesía,
Y que aunque camina sin reino y entre sombras
Te quiere declarar, “¡reina mía!”

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


“¿Las circunstancias?”, de Diario de un Sennin, 2011

“¿Las circunstancias?”

Un abracito
El beso de una mano
El leve roce, suave y lozano
De tus labios
En mi mejilla
El olor de tu perfume
Quizás... de tu rubor
El sentir de tu cabello
El destello de tu sonrisa
Una brisa coqueta
¿De los vientos de tu pasión?
Una mirada deseosa
Llena de promesa
Un ardor que quema
Pero contenido por tu razón
El corazón palpita
Una puerta casi abierta
Descubre…
El futuro incierto
De lo posible.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


Invicto, Traducción de Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra 2010

Invicto

Desde la noche que me recubre
Negra como el abismo insondable
Agradezco a cualesquiera dioses que existan
Por mi alma inquebrantable

Caído en las garras de la circunstancia
Ni mueca ni grito he soltado
Machacado por los accidentes del azar,
Mi talante sangriento, persiste alzado

Más allá de este lugar de ira y de lagrimas
Yacen en las tinieblas el horror
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra, y me encontrará, sin temor

No importa cuán estrecho sea el camino
Cuán cargada de castigo sea la sentencia
Soy el maestro de mi destino
Soy el capitán de mi esencia

De William Ernest Henley
Traducción de Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra

Un solo corazón, 2005

Un solo corazón

¡Que triste es!
Cuando los sueños se desvanecen
Aun con los soñadores deseando,
¡Precisando!
Soñar juntos, y las propias palabras
No encuentran expresión para dar cierto.

¡Que triste es!
Cuando un corazón ruega
Y el otro sufre, pero niega.
Cuando al último poeta
Le falla el verso para se expresar,
Y que su alma se llena de un insólito grito de sufrimiento
Que surge del infierno de su desconsolación.

¡Que triste es!
Cuando vidas que concordaron en dar vida
Se pierden en un mar de dolor
Y de confusión, buscándose perder
En la niebla del olvido
Aun cuando les espera el amor prometido
Queriendo ser reconocido en los dos:
Un solo corazón.

 Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra


Quisiera escribirte…, 2005

Quisiera escribirte…

Quisiera escribirte una poesía
Del hombre que en su seno desafía
Las cadenas de la vida,
Que se lanza, recién de la batalla,
Para desenterrar de la selva de tu isla
La belleza del espíritu
Que eres tú, mi amor

Quisiera escribirte una poesía
Del hombre, que con brazos desbaratados
De mil hazañas rociados de sangre
Y que con sus propias manos,
Con la delicadeza de una nube,
Promete sosegar el tornado
Salido de tu cajón.

Quisiera escribirte otra poesía
Del hombre enajenado
Que erró, que aprendió de la experiencia
Y que te pide una sola oportunidad
Para a tu lado compartir esa felicidad prometida,
Amor mío.

Quisiera escribirte una poesía
De aquel que, aunque con mortal herida
Siguió con vida
Sólo para ver de nuevo tu sonrisa.

Quisiera escribirte una poesía
De una tormenta
De un camino nuevo
De un sol yaciente
De un nuevo día
De un “te amo” que suspira
A otro “te amo” que exclama,
De una alegría
De un nuevo futuro
Que fue la alegría
De una visión del pasado.

Shodai Sennin J. A. Overton-Guerra